La electromovilidad se establece como una alternativa crucial para un transporte más limpio y eficiente en Chile. Ante el contexto de urgencia climática y la creciente preocupación por las emisiones generadas por el sector transporte, la adopción de vehículos eléctricos se presenta como una solución viable. Este fenómeno, que implica el uso de vehículos eléctricos impulsados total o parcialmente por energía eléctrica, ha ido cobrando fuerza no solo en el país sino a nivel global. Los expertos, durante el seminario titulado “Electromovilidad: Mitos y desafíos para Chile”, organizaron debates sobre el estado actual de la movilidad eléctrica, y resaltaron la importancia de superar los obstáculos que entorpecen su expansión.
En el seminario, los especialistas subrayaron la relevancia de la electromovilidad, enfatizando que su implementación puede contribuir significativamente a reducir la huella de carbono. Más del 25% de las emisiones en Chile provienen del transporte, lo que establece una urgencia para la transición hacia una matriz de movilidad eléctrica. Programas estatales como “Renueva tu taxi colectivo” han sido impulsados para facilitar esta transición, proporcionando financiamiento a la renovación de taxis colectivos incluyendo modelos eléctricos. Además, la incorporación de buses eléctricos en el transporte público de Santiago ha posicionado a Chile a la vanguardia de América Latina en términos de movilidad eléctrica, con un objetivo ambicioso que busca garantizar puntos de recarga cada 100 kilómetros para el 2025.
A pesar de los claros beneficios ambientales y económicos, la electromovilidad aún enfrenta significativos desafíos, principalmente el alto costo inicial de los vehículos eléctricos y la falta de infraestructura de carga. Según Rodrigo Covarrubias, jefe de electromovilidad de Kia Chile, el acceso sigue siendo restringido, lo que limita la transformación hacia una movilidad más sustentable. Con más del 80% de edificios en Chile careciendo de puntos de carga para vehículos eléctricos, el panorama se torna complicado para aquellos que no cuentan con un estacionamiento privado. Además, la red de cargadores en regiones apartadas es limitada, lo que genera incertidumbre para los propietarios de autos eléctricos. Este escenario resalta la necesidad de proporcionar un equilibrio entre opciones de vehículos híbridos y totalmente eléctricos en el mercado.
El seminario también marcó una plataforma fundamental para abrir el debate sobre la electromovilidad y desmitificar los conceptos erróneos que han saturado su adopción. En este contexto, José Rodríguez, director del Centro de Transición Energética de la USS, enfatizó la importancia de este tipo de encuentros para impulsar el reconocimiento técnico necesario para catapultar esta transformación. Copec Voltex, por su parte, presentó sus progresos en infraestructura de carga, resaltando que el despliegue de puntos de recarga en rutas y ciudades es crucial para fortalecer un ecosistema de movilidad eléctrica.
Con la mirada puesta en un futuro más sustentable, queda claro que la responsabilidad de acelerar la adopción de la electromovilidad es compartida entre diferentes actores. Desde la industria automotriz hasta las autoridades gubernamentales, pasando por la sociedad civil, la colaboración es esencial para superar los mitos y desafíos actuales. Las políticas de incentivo, la mejora de la infraestructura y la educación sobre electromovilidad son vitales para asegurar que esta transición deje de ser una promesa y se convierta en una realidad palpable en la vida cotidiana de los chilenos.